1. El estómago excreta ácidos corrosivos.
En efecto, el ácido clorhídrico (compuesto que se usa industralmente para tratar los metales) puede corroer el acero, pero la mucosidad que recubre las paredes estomacales mantiene bajo control esta peligrosa sustancia.
2. Combustible cerebral.
Aunque nuestro cerebro solo supone el 2% del peso total corporal, este órgano demanda el 20% de los recursos de oxígeno y calóricos.
3. El aumento en el tamaño de nuestros cerebros nos llevó al dentista.
Básicamente este apartado habla de las muelas del juicio. Hubo un tiempo en que fueron útiles como tercer juego de molares para mascar carne. Nuestro cerebro al crecer provocó cambios en la estructura de nuestra mandíbula. Ahora nuestras bocas están “demasiado llenas” de dientes.
Matematicas
Hace 14 años
muy curioso,jeje si es verdad nuestra boca tiene demasiados dientes.
ResponderEliminarCampanilla